Talleres de intervención psicosocial de género con mujeres africanas

Jamboo!

Me llamo Iria y en octubre tuve la gran suerte de llevar a cabo mis prácticas de Cooperación Internacional al Desarrollo colaborando con un proyecto tan bonito y cuidado como es Afrikable.

Durante el máster de cooperación ya empezaba a tener claro mi interés por el campo de empoderamiento femenino en cooperación al desarrollo, y por ello, en cuanto vi el proyecto de Afrikable me enamoró ya que me pareció que abordaba las necesidades de las mujeres de una forma bastante integral.

Dado que soy psicóloga social, me interesaba explorar cómo poder llevar a cabo una intervención psicosocial de género con mujeres africanas, dado que la barrera cultural y lingüística suponen un gran reto. Tras informarme sobre el tipo de intervenciones que ya se habían llevado a cabo con las mujeres del proyecto, terminé por darme cuenta de que se había trabajado mucho con las mujeres temas como el abuso, el maltrato, la desigualdad entre hombre y mujeres… Situaciones que viven en su día a día.

Sin embargo, durante una conversación con las antiguas coordinadoras del proyecto donde comentábamos la frustración que supone el ser consciente de una realidad que no puedes, o que requiere de tiempo y esfuerzo cambiar, terminé por decidir que era ése el tema que quería trabajar con las mujeres. Es decir, dado que ya se había trabajado con ellas a través de talleres que les ayuden a ser conscientes de la situación que viven, quería proporcionarles herramientas que les permitiesen afrontar la frustración que suponen los cambios lentos y, a su vez, fomentasen su resiliencia.

Con este objetivo llevé a cabo 3 talleres con el apoyo de Joyce (directora del colegio) como traductora. Creo importante mencionar que, tanto la energía que se creó durante la realización de los talleres, como la gran acogida y participación de las mujeres, no habrían sido posibles sin el gran carisma y entusiasmo que Joyce puso en la traducción. De cada uno de los talleres salí yo tan empoderada como, espero, las propias mujeres.

En el primer taller, realizado el 11 de octubre, quise fomentar la reflexión sobre la importancia que tiene la labor de cuidados en la sociedad, y, por tanto, el trabajo que ellas realizan en su día a día. Como apertura a los tres talleres comenzamos trazando una línea temporal desde el inicio del proyecto de Afrikable (hace 10 años) hasta el presente, donde las propias mujeres identificaron los cambios que se habían producido en ellas mismas y en sus familias. Entre otras cosas destacaron el aumento de su autoconfianza, una mayor independencia económica, ayuda en el cuidado de los menores, mayor conocimiento.

Fue entonces cuando lancé la siguiente pregunta: “¿por qué creéis que existe un proyecto como Afrikable dedicado a las mujeres?” Inicialmente surgieron respuestas vagas, como la necesidad de ayuda…, hasta que una de las mujeres me sorprendió con la siguiente respuesta: “porque somos el escudo de nuestras familias”. Aquí fue donde me quedó más claro que nunca el gran impacto que un proyecto como Afrikable podía llegar a tener en el propio empoderamiento de las mujeres, haciéndoles conscientes de su propia fortaleza.

Así, continué el taller pidiendo a las mujeres que enumerasen aquellas necesidades que consideraban imprescindibles para el ser humano. Como esperaba nombraron necesidades como la alimentación, la salud, la educación de los menores… ¿y quién se encarga de abordar dichas necesidades?: Las Mujeres. Debatimos sobre este tema un rato, hasta que finalmente les pedí que pintasen un diagrama sencillo donde representasen el tiempo que dedicaban al trabajo, a la casa/menores, y a su propio cuidado. Todos y cada uno de los diagramas representaban el hogar como el ámbito al que más tiempo y esfuerzo dedicaban, seguido del trabajo, y, un minúsculo círculo era el tiempo que se dedicaban así mismas.

A partir de dicho diagrama debatimos la importancia que tiene el autocuidado, y la necesidad de aumentar ese círculo pequeño que las representaba a ellas mismas, explorando modos para mejorar, si bien no siempre la cantidad, al menos la calidad del autocuidado. En dicho debate se mencionó como Afrikable suponía un espacio de unión entre las tres esferas mencionadas, y como facilitaba un espacio de apoyo y cuidado a través de dicha conexión.

Finalmente, cerramos el taller con las mujeres dibujando una a una sus manos en un mural con una bola del mundo, con el objetivo de que dicho mural les recordase lo imprescindibles que son en su comunidad. Se trata de una dinámica que, a pesar de su simplicidad, despertó mucha alegría y energía positiva entre las mujeres.

A la semana siguiente, el 18 de octubre, comenzamos a trabajar la toma de conciencia sobre la necesidad del paso del tiempo para que ciertos cambios puedan surgir. Así, retomamos la línea temporal creada en el primer taller y enumeramos todos los cambios que habían mencionado. Debatimos y reflexionamos sobre los mismos, cómo se habían producido, y cuáles de habían dado más fácilmente y rápido que otros. Ellas mismas se daban cuenta de que los cambios más profundos, aquellos que tenían que ver con ellas mismas, habían necesitado de más tiempo.

Finalizamos el debate llevando la atención a los menores. ¿Qué cambios se han producido en sus hijos e hijas desde el inicio del proyecto?. Fue interesante ver cómo las mujeres valoraban los cambios producidos en la forma de educar a sus hijos/as gracias a la presencia de Afrikable. Enlazando el tiempo del que requieren algunos cambios para producirse con los cambios que identificaban en los menores, resaltamos el gran potencial que tienen sus propios hijos/as para cambiar su comunidad, y que esto sólo es posible a través de ellas (principales encargadas de su educación).

Así, puede que no puedan cambiar actualmente su situación, pero pueden ayudar a producir cambios profundos a través del cambio generacional. Para ello, además del debate, llevamos a cabo una dinámica para identificar los roles y características adjudicadas por un lado a los hombres y por otro a las mujeres en su comunidad. A partir de estas diferencias, propusimos modos de cambiar dichos roles a través del modelaje de los menores, donde las mujeres participaron activamente.

Finalizamos el taller resaltando como, además de la esperanza depositada en los menores, una segunda forma de reducir su frustración y aumentar su resiliencia es el apoyo que se proporcionan unas a otras y que sería lo que trabajaríamos en el último taller.

Así, el 25 de octubre finalizamos los talleres creando un grupo de apoyo de forma participativa. ¿Qué quiere decir esto? Qué simplemente les propuse a las mujeres formalizar toda la ayuda y el apoyo que ya se proporcionan entre ellas dentro de Afrikable. A las mujeres les encantó la idea, y fue así como entre todas le dimos forma.

Dejé que las propias mujeres delimitasen y creasen dicho grupo, apoyándolas a través de preguntas abiertas que orientasen la creación del mismo. Ellas mismas decidieron cuando reunirse, cómo de formal querían que fuese el grupo, si querían o no la presencia de menores, como querían que se liderase el grupo, qué temas trabajar y cómo hacerlo… y finalmente lo plasmé en un póster con la ayuda de Alba, otra de las voluntarias con las que compartí mi mes de estancia en Afrikable.

Para mí fue muy enriquecedor y motivante ver cómo las mujeres desarrollaron y crearon “Tumaini Group” (Hope Group), un espacio donde compartir información, darse consejos y compartir experiencias.

Así, a pesar del poco tiempo del que dispuse para trabajar con las mujeres, me fui contenta habiendo sembrado la semilla de Tumaini Group, y de haber aprendido de las mujeres en cada uno de los talleres, donde no dejaron de sorprenderme con su fortaleza y su forma de ver la vida, fomentando un aprendizaje y crecimiento mutuos.

Quiero dar las gracias a Afrikable por haberme brindado el espacio donde desarrollar una pequeña labor de intervención y aprender de las maravillosas mujeres con las que trabaja Afrikable.

Asante sana!

Autora: Iria Larrinaga