Mamá me ha encantado Afrikable, ¿podemos volver?
Viajar y pasar tiempo en familia siempre es un buen plan. Descubrir, investigar, jugar… todo se disfruta el doble si es juntos. Y es que ser una familia significa muchas cosas, pero sobre todo significa crecer y crear nuevos recuerdos. Ahora bien, ¿qué tal suena pasar unas Vacaciones Solidarias en familia?
María Antonia y Jaume junto con sus tres hijos (Rosa y Teresa de 7 años; y Miquel de 10 años) no lo pensaron ni un segundo y aceptaron el reto. Así pues, este 14 de abril comenzaron lo que iba a ser unas vacaciones de Semana Santa inolvidables en Afrikable. Y es que sabían que las Vacaciones Solidarias eran la oportunidad perfecta para conocer nuevas culturas, y aprender a compartir y a ser más empáticos.
“Ha sido una experiencia brutal. Para un adolescente ya es impactante, pero para un niño lo es más. Es como los partidos de fútbol, los puedes ver en la tele pero cuando vas al estadio es totalmente diferente” dice Jaume.
Otra cosa importante cuando se viaja con niños es que el entorno sea seguro. Pero según Jaume eso no ha supuesto ningún problema. “Con todas las medidas de seguridad, el control de las horas, los coordinadores, etc. nos hemos sentido seguros y como en casa”
Está claro que los y las peques de la familia son los protagonistas de esta experiencia. Tanto Rosa, Teresa como Miquel han descubierto, entre otras cosas, que la diversidad cultural no les separa de los demás niños y niñas, sino que les permite aprender de forma conjunta. “Me ha sorprendido que los niños no me han tratado como si no me conocieran, hemos jugado como si fuéramos amigos de siempre; y aunque no nos entendíamos, hemos podido estar juntos” cuenta Rosa.
Una de las cosas que destaca María Antonia es que además de todo lo que aprendieron juntos dentro del proyecto, esta experiencia también les ha ayudado a compartir más tiempo juntos: “Al no tener ni televisión ni radio por las noches, contábamos historias y reflexionábamos sobre lo que habíamos visto durante el día antes de dormir”
La experiencia de venir a conocer un proyecto de cooperación, ya sea en familia o solo, es única. Probablemente te encuentres con realidades impactantes que te inviten a la reflexión, pero también tendrás momentos reconfortantes y de crecimiento personal. “Afrikable ha superado todas las expectativas. Escuchar la historia de superación personal que reside en cada mujer, ver cómo los niños tienen la oportunidad de recibir educación y alimentos día a día te hace pensar que, con poco, se pueden lograr grandes cosas. Solo puedo dar las gracias a Afrikable” nos cuenta María Antonia.
No hay duda de que esta familia no volverá a su casa con la misma mentalidad con la que llegó a Lamu. Sus vidas han cambiado de alguna forma. Tienen un concepto diferente de lo que significa la felicidad, valoran más lo que hasta ahora daban por hecho e incluso difícilmente podrán borrar de su memoria las sonrisas de los niños y niñas entregándoles su cariño sin pedir nada a cambio.
Toda una lección de vida ¡y para toda la vida!
Autora: Lucía Llanos