Safari USAWA – Día 3

En Mombasa nos pusimos las zapatillas de deporte y con el bañador en la mochila llegamos decididos a explorar Shimba Hills.

El Parque Nacional de Shimba Hills es uno de los bosques forestales más grandes al este de África. El llamado ‘Paraíso del Sable Antílope’, es el hábitat de una gran variedad de flora y de fauna.

El primer tramo del recorrido se hace en Matatu, una furgoneta o ‘minibus’ de techo abierto que te permite ponerte de pie para ver mejor los animales. Al poco de entrar en la reserva tuvimos la suerte de ver una manada de sables antílopes, incluyendo un macho adulto que se distinguen por su color negro y según nuestro conductor son muy raros de ver. Él solo lo había visto dos veces en todos los años que llevaba trabajando en el parque. Además, vimos una gran manada de búfalos, una jirafa a lo lejos y unos babuínos que salieron a recibirnos al camino. Los babuinos…

Manada de sables antílopes en el Parque Nacional de Shimba Hills en Kenia

Babuínos en el Parque Nacional de Shimba Hills en Kenia

Después de hacer este interesante tramo sobre ruedas, aparcamos el Matatu y nos preparamos para andar. Una caminata por un bosque espeso, de caminos sinuosos, puentes de madera y pequeños tramos de rocas, nos llevó hasta unas cataratas espectaculares dónde pudimos darnos un bañito y refrescarnos bajo la fuerte cortina de agua fría. El sitio era precioso, un rincón escondido en medio del bosque que guardaba el encanto propio de una escena romántica en una película de aventuras.

De camino a las cataratas del Parque Nacional de Shimba Hills en Kenia

Espectaculares cataratas en el Parque Nacional de Shimba Hills en Kenia

Al acabar la caminata nos dirigimos al restaurante donde ya teníamos una mesa reservada. Este día era el cumpleaños de Yaiza y todos los camareros nos ayudaron a celebrarlo cantándole cumpleaños feliz acompañados de instrumentos improvisados sobre un pequeño bizcocho rodeado de frutas. No pillamos a Yaiza por sorpresa pues les había oído ensayando la canción unos minutos antes cuando había bajado al baño. Aun así fue una escena muy tierna que seguramente recordará siempre.

Después de comer con vistas al alucinante paisaje de la sabana africana, fuimos al hotel, situado a pocos metros de Diani Beach, una playa preciosa donde pasamos la tarde paseando sobre la arena arcillosa de color blanco que la caracteriza. Aún recuerdo la imagen de las cometas de los kitesurfers surcando el cielo entre pájaros y las olas rompiendo al ladito de mis pies que se hundían en la arena. ¡Era un paraíso!

Diani Beach, una playa preciosa de arena arcillosa de color blanco

Autora: Clara Ceballos