Violencia contra las mujeres alrededor del mundo

El pasado mes, Belén Donoso y yo decidimos cerrar las “mitinguis” (charlas) que habíamos estado teniendo con las mujeres de Afrikable con un tema central, la Violencia contra las mujeres. Queríamos enfocarlo como un problema global para que conozcan las dimensiones de la violencia y los casos en los que la cultura o la religión han legitimado o fomentado la violencia en otras partes del mundo. Se buscaba visibilizar este problema, hablamos de distintos ejemplos de violencia brutal contra las mujeres alrededor del mundo.

Uno de los casos de los que hablamos fue de la tradición del pañuelo de la etnia gitana. Al principio, al ver la imagen del padre de la novia con el pañuelo con sangre, se rieron mucho y parecía que les sonaba muy extraño. Sin embargo, cuando preguntamos si conocen rituales similares para probar la virginidad, algunas también los tienen. Por ejemplo, las mujeres de etnia pokomo o giriama cuentan que la abuela de la novia lo prueba con el dedo. Y las mujeres de la tribu ormas nos comentan que es el propio marido el que lo prueba. Por tanto, al final también hay aquí prueba de virginidad de las mujeres antes del matrimonio. Otra vez nosotras obligadas a demostrar nuestra puridad.

Otro tema que abordamos es la situación de las viudas, hablamos de las reglas de las viudas gitanas, de las cosas de las que se ven privadas tradicionalmente cuando muere su marido. A ellas les hace gracia especialmente que no puedan comer carne. Pero las musulmanas comentan que también tienen que hacer un duelo de 4 meses durante los que se tienen que privar de la vida pública, aunque lo justifican diciendo que bueno, que son 4 meses. Les pregunto ¿Qué hacen si tienen que trabajar? algunas dicen que no ir, otras comentan que ahora si pueden ir a trabajar pero que no pueden mirar a los ojos a los hombres, tendrían que comunicarse con ellos por escrito o por medio de otra mujer.

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Otras de las manifestaciones de violencia que tratamos es el castigo a las mujeres cuando al dar a luz, el bebé viene recubierto por el vérnix caseoso (una grasa blanquecina que les protege cuando están en el útero y que unos bebés presentan más acusadamente que otros al nacer). En algunas tribus se considera que tener un bebé con esta grasa blanquecina significa que has sido infiel durante el embarazo y por tanto se te vuelve a considerar impura. En la tribu maasai era tradición que entonces podías recibir una paliza de tu poblado, aunque es una tradición que se está abandonando en los últimos años. En la tribu giriama no les pegan a las mujeres por este hecho, pero si sufren el rechazo del pueblo, insultan al niño y lo rechazan. En este caso era nuestra prioridad aclarar las causas biológicas del vérnix caseoso y que nada tiene que ver con ser o no fiel.

La mutilación genital femenina fue otro ejemplo que tratamos. El año pasado realizamos un taller sobre la MGF muy interesante y participativo, donde contamos además con la visita de Saedi que nos contó de primera mano su experiencia personal sobre la MGF. Este año queríamos recalcar de nuevo que la mutilación genital femenina está legalmente prohibida y que no tenía ningún tipo de beneficio para la salud. Algunas mujeres aprovecharon para levantar la voz y decir que ellas no permitirán que se lo hagan a sus hijas y que denunciará a quién lo intente. Es un claro ejemplo de cómo el empoderamiento se va viendo poco a poco, generación tras generación.

Cerramos esto diciendo que algunas de estas tradiciones, así como otras, como los ataques de ácido o la tradición india del Sati, donde la viuda se arroja al fuego mientras están quemando a su marido cuando fallece, son tradiciones que han sido muchas prohibidas o que se han ido abandonando, y que en todos estos casos ha sido gracias a mujeres valientes que han alzado su voz, que se han enfrentado o resistido a esta tradición y que han presionado para que se vayan abandonando. Teníamos muchos ejemplo enfrente nuestra mirándonos con los ojos vidriosos en algunas ocasiones. Ellas, muchas de ellas se han enfrentado o se enfrentarán a violencias “tradicionales” legitimadas por la religión o por la cultura, o las reglas tribales, y lo harán con la valentía que siempre muestran ante los problemas. No va a haber un cambio radical, puede que tengan que pasar más generaciones para dejar de vivir casos de mutilación genital femenina, matrimonios forzados o pruebas de virginidad, pero veo en sus ojos, sin ninguna duda, el coraje de luchar por una relación más igualitaria, para ellas o para sus hijas.

Autora: Ana Fernández Quiroga