Testimonio de Alejandro, ganador del sorteo Vacaciones Solidarias Kenia 2017

¡¡¡Y nos tocó!!!

Pensábamos que nos había tocado unas vacaciones solidarias en las que íbamos a ayudar a personas necesitadas de Lamu mediante nuestra aportación “occidental y desarrollada” pero, solo pisar el suelo de la isla nos hizo entender que la ayuda sería mutua.

Comienzo desde el principio…

Tras confirmar que no quedaban plazas disponibles para el mes de septiembre, rápidamente empezamos a hacernos la idea de que este año no podría ser pese a tener las vacaciones y dinero ahorrado disponible para el evento que desde hace dos años queríamos vivir, ¡ser vacacioneros de Afrikable! Una pena… otros compañeros se habían adelantado y el orden de llegada siempre hay que respetarlo. Afrikable decide lanzar un sorteo basado en la compra de papeletas para ayudar en la financiación de la “Maternity Home”, un proyecto ambicioso que ofrecerá a la mujer la capacidad de monitorear, controlar y dar a luz en condiciones idóneas y poco comunes en la zona. Decido ayudar mediante la compra y difusión de las papeletas en mi entorno. El 30 de marzo se realiza el sorteo, siendo mi turno de trabajo de 14 a 22h, por lo que lo primero que haría al salir sería revisar las papeletas del sorteo. No me dio tiempo… Lola ya me había escrito para felicitarme… ¡por mi cumpleaños! Sí, el 30 de Marzo es mi cumple! Le doy las gracias y me llama…

Lola: Alejandro, ¡Felicidades por tu cumpleaños!

Yo: ¡Gracias Lola! Me pillas saliendo del trabajo… no he salido ni por la puerta aún.

Lola: Te llamaba para felicitarte por tu cumpleaños… y ¡¡¡por el sorteo!!! ¡¡¡Te ha tocado!!!

Yo:

Sí, me quedé sin palabras… un nerviosismo incontrolable recorrió mi cuerpo en cuestión de milésimas de segundos sin poder hacer nada, excepto disfrutarlo. Era un día único que nunca olvidaré. Rápidamente llamo a mi hermano y empezamos a pensar en la maravillosa experiencia que íbamos a vivir. ¡Nos había tocado unas vacaciones solidarias!

Meses más tarde llegamos a Lamu, desde donde os escribo. Desde el aire sientes que la isla tiene algo… y cuando aterrizas confirmas que nada es parecido a lo vivido anteriormente. Viaje desde el aeropuerto a la isla, en lancha, de madera, y con personas que no paran de sonreír. Al otro lado las coordinadoras esperándonos con una alegría y entusiasmo que te hace confirmar que esto tiene pinta de ser inolvidable. El pueblo reboza vida y alegría, insisten en que te sientas acogido y, las palabras “Jambo, karibu” (Hola, bienvenidos”), serán una constante durante toda la estancia, acompañadas siempre de una sonrisa deslumbrante creada por el contraste con el color de su piel.

Llegamos a las instalaciones donde Afrikable desarrolla su proyecto. Alegría y armonía se respira en el ambiente. Gran equipo de costura formado por mujeres llenas de vida y miradas de satisfacción cuando personas visitan su área de trabajo. Taller de calzado donde se confeccionan las sandalias que se venderán en comercio justo en diferentes lugares y cuya dedicación y esmero hacen que su calidad sea apreciada por el público occidental. Guardería de bebés, pieza fundamental en el proyecto. Escuela infantil, pilar de la sociedad y donde Afrikable trata de realizar un trabajo profundo y cuidado. La correcta alimentación, el cuidado por la higiene personal, la salud, aprender a leer y a escribir, aprender inglés, creer en un mundo mejor, luchar por mejorar y no conformarse con lo ya establecido y, sobre todo, que se sientan queridos y muy valorados. Y la nueva joya de la corona, la Maternity Home, ya es una realidad! Las obras están muy avanzadas, el edificio ya se ve, ya tiene forma y, hace dos días, terminaron de colocarle el techo. Mis papeletas y las de todos los colaboradores están plasmadas en cada piedra. Todavía queda trabajo por hacer y financiación que conseguir, pero ¡todo va viento en popa!.

Pronto se nos asignan las tareas o áreas en las que colaboraremos todos los que hemos venido en el mismo periodo. Tras varios días, todos tenemos la misma sensación… no nos sentimos tan útiles… ”sólo estoy yendo al mercado a comprar”, “sólo estoy cogiendo bebés en brazos toda la mañana”, “sólo estoy recortando y pegando suelas de sandalias”… todos teníamos la sensación de que veníamos a “cambiar el mundo!!”, nos sentíamos con energías como para “mejorar toda Lamu en 3 semanas!!”. Tras sentarme a reflexionar unos minutos, me voy dando cuenta que sólo las ganas de ser útiles y de ser ambicioso no nos estaba permitiendo darnos cuenta que gracias a nosotros todo lo demás se estaba moviendo, que las madres podían trabajar porque nosotros cuidábamos de sus bebés, que los niños estaban aprendiendo inglés por los juegos que los vacacioneros profesores les estaban preparando, que los niños comían gracias a que la persona del mercado iba diariamente a por toda la compra, que las personas podían trabajar en instalaciones en óptimas condiciones por que los de mantenimiento hacían bien su trabajo. ¡Y empecé a sonreír! Me sentía muy útil y… ”¡¡estaba cambiando el mundo!!”, ¡justo lo que vine a hacer! ¡Era maravilloso!.

Alejando en el mercado y con los bebés

Los días han pasado rápido. Dedicamos la mañana a colaborar y la tarde a explorar la isla y sus alrededores, disfrutando de playas con encanto, zumos naturales inolvidables, paseos en barca y con alguna cervecilla en un bar flotante que acapara la atención de todo visitante. Los fines de semana los utilizamos para excursiones de mayor envergadura, como safaris o estancias en islas vírgenes que requieren un día completo.

Alejando de safari en el Parque Nacional de Tsavo

Me ha encantado África y siento que con Afrikable la he entendido mejor. He podido adentrarme con cierta profundidad en la realidad de la sociedad de Lamu. Ahora ya entiendo aquellas veces que me han dicho que África no deja indiferente a nadie. A día de hoy, no soy capaz de dar un veredicto o una opinión más o menos profunda de África, y no tengo expectativas de que pueda darla hasta dentro de unos meses, cuando ya haya podido interiorizar y asimilar todo un poco mejor. Afrikable y el sorteo me han permitido vivir una experiencia única, conocer un mundo diferente, valorar aspectos que ya tenía olvidados y, sobre todo, aportar mi granito de arena para un Lamu mejor. Me llevo amigos, recuerdos, vivencias, fotos, tanto capturadas con la cámara como aquellas que nunca se borrarán de mi mente, naturaleza y mucha África conmigo.

Se despiden unos vacacioneros que llevarán siempre en el corazón a Afrikable, el emprendimiento de sus mujeres y las esperanzas puestas en las nuevas generaciones africanas.

Alejandro y Pablo Martín

Despedida de Alejando y Pablo Martín

Autor: Alejandro Martín