«Vine a Lamu cuando tenía 25 años. Vine con mi marido y mi hija a buscar trabajo. Mi marido nos abandonó y yo no pude encontrar trabajo. No conocía a nadie en la isla. La vida era muy dura entonces. Iba a casas a pedir y había gente que me daba ropa y comida.
Un día me hablaron de Afrikable y decidí venir a ver si podían darme un trabajo. Al principio estaba asustada. No sabía coser ni hacer nada. Empecé a preguntar a las otras mujeres cómo lo hacían todo y cuando aprendí a hacer las sandalias estaba muy contenta.
Entonces pude pagar para que mi hija fuera a la escuela en Malindi y cuando sea mayor podrá elegir un buen trabajo. Ahora también he aprendido a coser y espero seguir aprendiendo y mejorando. Aquí soy muy feliz porque siento que tengo muchas hermanas y hermanos. Ahora formo parte de esta familia.”