Nailois es Maasai, nos cuenta a continuación cómo son los partos en casa en su tribu.

A los partos maasai acuden todas las mujeres de la aldea. Los hombres se quedan en casa de la madre materna normalmente, esperando.

“En nuestra cultura no está permitido tener relaciones sexuales durante el embarazo más allá de los tres primeros meses de gestación, desde ese momento hasta dos meses después del parto no están permitidas. Creemos que es algo sucio y que puede afectar al bebé”.

Las mujeres maasai dan a luz acostadas, bien en la cama o bien en el suelo si no disponen de cama. Se agarran de las piernas flexionadas y siguen las directrices que la partera les va dando. La partera masajea la barriga estudiando la posición del bebé y lo coloca bien si así fuera necesario.

La mayoría de las mujeres maasai son sometidas a la ablación cuando tienen alrededor de 15 años. Tal y como informa la OMS, además de hemorragias graves y problemas urinarios inmediatos, más tarde pueden causar quistes, infecciones, infertilidad, complicaciones en el parto y aumento del riesgo de muerte del recién nacido.

“En mi primer embarazo perdí a mi bebé al día siguiente de haber nacido. Aún no sé por qué ocurrió”.

Cuando el bebé no dispone de suficiente espacio para nacer la partera realiza la episiotomía perianal, pero no sutura en ningún caso. Tampoco se cauteriza la herida con ascuas ni se desinfecta, se deja cicatrizar sola.

Una vez el bebé ha nacido, se corta el cordón umbilical con una cuchilla de afeitar sin desinfectar. El cordón umbilical se ata con hilo y tras el corte se cauteriza con ascuas del fuego de la cocina. Al bebé no se limpia ni se le aplica ningún tipo de aceites hasta el día siguiente, cuando se le baña con agua templada, jabón para niños y se le unta aceite de bebé.

“Después del parto las mujeres de la tribu nos aplican parafina por todo el cuerpo. Masajean fuerte para limpiar bien y luego nos aplican agua muy caliente. Si todo ha ido bien en el parto el marido sacrifica una cabra y se prepara caldo y carne para que lo tomemos y repongamos fuerzas después del parto. También se le da carne a la partera como parte del pago”.

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La mayoría de los bebés en cualquier parte del mundo nacen con una grasa protectora de color blanquecino llamada vermix caseosa que protege su piel de las agresiones externas. En la cultura maasai que el bebé nazca con esa grasa significa que la mujer ha tenido relaciones sexuales más allá de los 3 meses de embarazo permitidos. “Si el bebé nace con esa suciedad blanca, significa que la mujer ha tenido relaciones sexuales y el bebé se ha manchado con el esperma del hombre. En estos casos las mujeres de la comunidad que han asistido al parto apalearán a la madre como castigo por haber incumplido las leyes y haber tenido relaciones”.

La partera viene al día siguiente para comprobar que todo va bien. Durante los dos meses siguientes la mamá maasai no realizará grandes esfuerzos, y serán el resto de mujeres o bien la madre del marido quien la ayude, cocine para ella, corte leña y traiga agua.