«Con sólo unas líneas es imposible describir todo lo que hemos vivido y sentido estos días en Afrikable, pero para quien se esté planteando vivir esta experiencia de vida, aquí dejo nuestro testimonio.
Viajábamos con nuestra hija de 16 años y allí coincidimos con gente maravillosa, otra familia de Palma de Mallorca con los que compartimos nuestras vacaciones solidarias y una voluntaria de Valencia, que va a realizar una estancia más larga. Todos ellos lejos de buscar comodidades y exigencias durante sus vacaciones, iban con la misma ilusión y ganas de vivir esta aventura que nosotros.
Conocer el proyecto en el terreno y hacernos partícipes de él nos ha calado más de lo que esperábamos. Las mujeres que lo componen son maravillosas, valientes y qué decir de los niños, que derrochan alegría y sonrisas. Ahora al ver las fotos ya sabemos sus nombres, recordamos conversaciones, momentos vividos con ellas, tareas que hemos realizado juntas y juegos con los más pequeños.
En todo momento han estado pendientes de nosotros, por lo que sólo nos queda darles las gracias por todo lo que nos han dado. En cierta manera interrumpíamos su día a día, pero nos hacían sentir parte de Afrikable tratándonos como a uno más.
Sin ser muy conscientes de ello y desde la total humildad estas mujeres son un vivo ejemplo de respeto, trabajo y trato digno y nos sacan mucha ventaja en cuanto a conciliación.
Llevamos ya una semana en casa y no paramos de repetir lo afortunados que somos de haber tenido la oportunidad de tener esta experiencia. Primero por haber llegado a conocer Afrikable a través de otro testimonio y después por habernos atrevido con esta aventura dejando atrás la forma convencional de viajar. Desde luego estas vacaciones nos han dado mucho más a nosotros que lo que nosotros hayamos podido aportar. Ha sido un viaje cultural, emocional y educativo.
¡GRACIAS!
