«Han pasado dos meses y medio desde que volví de Lamu, y aún no había sido capaz de escribir ni una palabra y si me pregunta alguien la razón no sé cuál es, supongo que será la misma por la que no he podido hacer un álbum, o por la que sigo sin poder explicar mucho de lo que se siente…
Esto se empieza por el principio, ¿¿no?? Pues el principio es bajarte del avión con un millón de ilusiones, nervios y algunos miedos, y allí está esperando tu coordinadora, con una sonrisa de las que invaden, de las que ciegan, al verla me pregunté ¿¿de dónde la saca?? Y 1 hora más tarde al llegar a la shamba lo entiendes…
Dos meses después sigo despertándome por las mañanas y recordando el sonido de sus risas, los colores de sus ropas, la alegría de su mirada y sus abrazos mañaneros llenos de energía, de la que te invade y te revitaliza.
Gracias a Afrikable descubrí que los sueños son realidad, que los abrazos son de verdad, que los saludos alegran un día y que las sonrisas pueden ganar mil batallas.
Gracias a mis coordinadoras Anita y Cristina por hacer que todo sea fácil, por acercarte a su familia, porque aunque de distinta raza, creencias, cultura… son su familia.
Supongo que si tengo que definir mi experiencia la palabra es GRACIAS, el adjetivo es INCREÍBLE , los verbos SONREIR, ADMIRAR, APRENDER, REENCONTRAR.
Y por supuesto gracias a los vacacioneros de septiembre, por las noches de risas infinitas, por las mañanas llenas de arena, por las tardes de charlas y por vuestra calidad humana.
Y como siempre LOLA y MERCHE enhorabuena, os admiro a vosotras y a cada una de las mujeres de AFRIKABLE me llevo un poco de cada dentro de mí.»