Testimonio Vacaciones Solidarias Afrikable - Ara Tena

«Llevo dos días en casa, y todavía no he podido asimilar todo lo que ha significado este mes para mí. Hace ya bastantes meses que, buscando la mejor ONG con la que colaborar en este 2018 encontré dos palabras mágicas que harían que mi decisión no pudiera ser más sencilla: empoderamiento y mujeres. Y así, 5 minutos después, ya estaba como loca buscando toda la información en la página web de Afrikable.

Habrá gente que cuando vuelva diga que ha ido a ayudar, pero eso es que no han entendido nada. No ha podido ser más desigual mi relación con todas las personas a las que he conocido: yo he intentado darles un poco de mí, pero todas ellas no tienen ni idea de todo lo que me han dado, de todo lo que me han ayudado y de lo mucho que les estoy agradecida. No puedo sentirme más afortunada de haber podido ocupar un pequeñísimo espacio en su mundo, de que me lo hayan enseñado y de haber aprendido tantísimo de ellas.

¡Qué equivocada está la gente que las mira desde arriba! A partir de ahora, cuando piense en la palabra sororidad, me va a ser imposible no acordarme de todas esas mujeres increíbles, valientes y llenas de vida, esas mujeres que tienen una increíble maleta a cuestas, pero que siempre tienen una sonrisa para darte. Esas mujeres, niñas y niños, que me han hecho sentir como en casa, y a las que nunca voy a poder olvidar. He tenido que irme a miles de kilómetros de mi casa para descubrir el significado de muchas cosas: he visto un lugar donde no importan las clases, las religiones, el dinero ni el poder; he visto a cristianas y musulmanes riéndose juntas y apoyándose; he visto a todas trabajando a una, por ellas y por sus familias, y las admiro profundamente; he visto a personas que a lo mejor tiene poco, pero lo que tienen siempre lo van a compartir contigo; y, en definitiva, he visto una humanidad que es muy difícil de encontrar a mi alrededor.

Hay muchas cosas que nos diferencian, por supuesto, y nuestras circunstancias no son las mismas, pero en el fondo, si te molestas en ir un poco más allá, descubres que, superando prejuicios y haciendo cura de ignorancia, no somos tan diferentes. Somos personas, en este caso, mujeres, con sueños y esperanzas, con ganas de conocer y de que nos conozcan y compartimos muchas cosas que son universales. El amor, la amistad, la solidaridad o la alegría existen en todas las culturas y en todas las religiones, no son, por mucho que nos lo quieran vender, únicas del mundo occidental, sino que viajan por todo el mundo en muchas formas y en muchos tonos de piel.

Tampoco podré olvidar nunca a las 7 personitas con las que tuve la suerte de coincidir en una pequeña isla de Kenia. 7 personas muy diferentes entre sí, pero que han acabado convirtiéndose en mi familia lamunia. 7 personas con las que he compartido mosquitos, largas conversaciones, algún que otro mango y muchos muchos medios plátanos. Compañeras de canoa, de percusión, de baile, de break y de muchos zumos en el Hapa Hapa. Os quiero mucho, y nada habría sido lo mismo sin vosotras.

Y, por si no hubiera conocido a suficiente gente maravillosa, otras dos lamunias me han robado un pedacito de corazón. Gracias Marta y Anita por apoyarme cuando lo necesitaba. Nos veremos pronto, estoy segura.

Asante sana Afrikable por este mes que nunca, nunca podré olvidar. Por todo lo que he aprendido, y por abrirme la puerta para descubrir todo lo que me queda por aprender. Os desearía lo mejor, pero no hace falta, sé que lo vais a tener, porque os lo merecéis.

Mimi nakupenda sana. Nos volveremos a ver.