«Jambo!!!!
Os cuento mi historia.
Hace unos cuantos años ya, me enteré de la existencia de una forma diferente de viajar… algo denominado Vacaciones Solidarias… por unas cuestiones u otras… fue pasando el tiempo y esa idea siempre quedaba aparcada….entre otras cosas porque no llegaba a encontrar un proyecto que encajase con lo que buscaba, demasiada info, vacaciones solidarias que en ocasiones se parecían más a super viajes organizados… etc…Hasta que un día, como sucede con las mejores cosas de la vida, sin buscarlo, di con un artículo de El País que hablaba de una ONG española llamada Afrikable… de la que no había oído hablar nunca, entré en su página y sin saber muy bien por qué no tardé ni 5 minutos en mandar un correo con la solicitud de info a vsolidarias@afrikable.org…. Y en ese momento empezó la experiencia más increíble de mi vida.
Desde el minuto cero, tuve la sensación de que el proyecto que llevan a cabo en Lamu, una pequeña isla en la costa Keniata del Índico, tenía algo especial, que era auténtico. El empoderamiento de la mujer a través de la elaboración de productos de Comercio Justo… la oportunidad de escolarizar y alimentar a sus hijos… pero sobre todo , lo que me llevó a decantarme por ellos en concreto fue la transparencia que me transmitió todo el proyecto…..así que allí me planté, y aunque el trayecto lo hice sola, siempre me sentí acompañada.
Dos semanas que me han hecho ver la vida de otra manera, apreciar cada detalle, tomar conciencia de una realidad que viven tantas y tantas personas ….; en mi caso tenía claro que no podría aportar demasiado, que la mejor forma de colaborar era yendo allí, participando en su proyecto, pero que sin embargo lo que yo me llevaría sería infinitamente más de lo que les podría dejar, y sabía que en mi mochila me traería más que un viaje, toda una lección de vida.
El poder mezclarte con las mujeres, con los niños, ver de primera mano cómo conviven, la sonrisa infinita que desprenden a pesar de lo poco que tienen…. la diversidad cultural de sus gentes, el respeto de todos y cada uno con los demás ya sean Musulmanes, Cristianos, Massai, Orma…
Se trata de una experiencia ùnica, de la que solo tengo palabras de agradecimiento, en primer lugar a todo el equipo de Afrikable, quienes hacen una labor encomiable, si antes de ir ya lo intuía, ahora puedo afirmarlo con total rotundidad; pero sobre todo a ellas, LAS MUJERES, quienes me han recibido con los brazos abiertos … a las mujeres de la cocina por darme a conocer su gastronomía, con paciencia y cariño elaboran manjares, a las mujeres Massai y el equipo de Las Bolitas, por enseñarme que a base de paciencia es posible elaborar artículos únicos de increíble belleza, a las mujeres del taller por su capacidad de superación y de aprendizaje en el mundo de la costura; a las profes por su implicación y dedicación con todos y cada uno de los niños, transmitiéndoles su conocimiento; a las cuidadoras de la guarde por encargarse con infinito cariño de los más peques de la familia; a los chicos de seguridad por cuidar de nosotros en ese camino hacia el pueblo, que ellos pueden hacer con los ojos cerrados, a las personas encargadas de la Guest House, por hacer que los vacacioneros estemos tan a gusto…. A Simba, el gato de Afrikable por acompañarnos cada día, a Pantoja, el burro que carga con los alimentos a diario, trayendo productos frescos del mercado…y por ùltimo, pero no menos importante, a cada uno de esos niños por haberme regalado la mejor de sus sonrisas y el más tierno abrazo!.
A todos y cada uno de ellos, ASANTE SANA por hacerme sentir como en casa y por haber cambiado mi forma de ver el mundo…»