‘Ojalá pudiera recuperar lo que me quitaron de niña’
Zeinab Salado trabaja en Afrikable desde que el proyecto comenzó en 2009 y se encarga de la seguridad y la limpieza de las instalaciones junto con sus compañeros de departamento.
Durante estos años, Zeinab, perteneciente a la tribu Orma, ha asistido a todo tipo de talleres que hemos realizado para las trabajadoras de Afrikable sobre Derechos Humanos, anatomía, abuso sexual y muchos otros temas claves para el empoderamiento de la mujer en África.
Madam Joyce, la directora de la escuela preescolar de Afrikable recuerda muy bien la reacción de Zeinab ante los talleres sobre la mutilación genital femenina. Me cuenta que Zeinab sentía una frustración profunda por haber sido mutilada y manifestaba abiertamente su deseo por recuperar lo que un día le robaron en contra de su voluntad.
En la cultura Orma, igual que en la Maasai, la mutilación genital femenina se practica en niñas por motivos culturales y creencias retrógradas. Madam Joyce me explica que lo hacen creyendo que mediante este procedimiento previenen a las mujeres de tener deseos sexuales y aseguran que lleguen vírgenes y puras al matrimonio. Zeinab tiene claro que este proceso cruel es innecesario.
‘Yo no recuerdo cuando me lo hicieron porque era muy pequeña, pero ahora desearía que no me lo hubieran hecho. Sufrí mucho durante mis partos por culpa de esto y el sexo es muy doloroso. Yo creo que esto no debería hacérsele a nadie. No hay necesidad. Las mujeres a las que no se le ha hecho se casan igualmente y el Corán no dice que Dios lo quiera.’
Zeinab se ha convertido en una fuerte opositora de la mutilación genital femenina y nunca se queda al margen en esta pelea.
‘Hace unos años supe de una mujer de aquí que se lo había hecho a una de sus hijas y que pensaba hacérselo a la otra. Cuando me enteré fui a hablar con ella y la convencí de que no lo hiciera. La amenacé con denunciarla si lo hacía, pues ahora es ilegal.’
Zeinab también consiguió evitar que sus hermanas corrieran la misma suerte que ella pero cuando le pregunto cómo convenció a los hombres de su poblado de su opinión me sorprende con su respuesta. ‘El problema no es convencer a los hombres, si no a las mujeres mayores, ellas son las que imponen esta práctica. Por suerte, ellas aceptaron porque también habían asistido a los talleres de Afrikable y conocían los riesgos y las consecuencias.’
Madam Joyce está segura de que actualmente todas las trabajadoras de Afrikable han abandonado esta práctica que muchas de ellas sí tuvieron que sufrir. ‘A través de las charlas hemos concienciado a todas las trabajadoras y ahora podemos estar orgullosas de saber que no continuarán con esta tradición.’
Todas recuerdan el momento en el que Zeinab se levantó en una de estas charlas y con su bebé aún en el vientre sentenció: ‘Si esto que tengo aquí dentro es una niña, nadie la va a mutilar.’
Afrikable se une al Día de la Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina con la esperanza de que algún día este día no tenga que existir.
Autora: Clara Ceballos