"A nosotras se nos terminan los días aquí y, como sabéis, el balance no puede ser mejor. Como bien dice Merche, hemos reído (hasta llorar) y hemos llorado (hasta reír), pero sobretodo hemos sido inmensamente felices y nos sentimos orgullosas y agradecidas. Por el trabajo hecho, por todo lo recibido que no se puede medir ni describir con palabras, por formar parte de esta familia, por las grandes personas que se han cruzado en nuestro camino, por todo lo que hemos aprendido... Por todo. Gracias por todo, Lola y Merche. No os puedo decir más. Gracias equipo por el buenísimo trabajo en España. Gracias a las mujeres y a los peques por cada sonrisa y abrazo. Y, si me permitís, gracias a mi ya hermana Lidia por ser la mejor compañera de viaje que podía tener; has hecho que esta experiencia sea aún mejor. Y ahora toca pasar el relevo a Cris y Ana. Chicas, lo vais a hacer genial! Habrá momentos buenos, malos y regulares, pero merecerá la pena. Estáis enamoradas de esto y ése es el mejor punto de partida para el buen trabajo que vais a hacer. Disfrutad cada segundo aquí. Y bueno, después de este rollo que os he pegado...., sólo espero que esto no sea una despedida y que podamos seguir trabajando junt@s! Un abrazo grande a tod@s!"
"Y tengo que decirlo, me he enamorado, me he enamorado de la calidad humana que hay en Afrikable, Lamu,. Hay sensaciones que no se pueden explicar, pero voy a intentar que os llegue un poquito de lo mucho que he sentido. Uno de los mejores momentos está al llegar a la shamba y sentirte en casa, sentir felicidad y paz, sentir energía como para colgarte a 5 ó 6 niños e ir saludando mujer por mujer dando los buenos días, ver llegar de lejos a un niño que viene con los brazos abiertos, sonriendo dejando ver sus 3 dientes y dando pasos torpes pero decididos hacia a ti, que los niños te griten tu nombre desde la otra punta de la shamba y tú te derritas por dentro, que las mujeres vengan a ti y te den su bien más preciado, sus bebés, para que seas tú quien los cuides. Que si pensabas que habías llegado al tope de felicidad mañanera, siempre vendrá una mujer que con darte la mano te toque el corazón, que con la mirada te colmen de cariño. La isla no da opción al estrés o al ritmo europeo, a los problemas o amarguras, a los lastres que puedes traer, con el "pole pole" y "hakuna matata" te devuelvan los pies a la tierra y te estén diciendo "eh! Que la vida hay que vivirla, que no hay prisa, no hay problema que te quite la sonrisa." Si hablamos de cosas importantes en la isla, hablaremos de la música, la llevan en el corazón y en las venas, en cada parte de Afrikable, del poblado orma, del dhow, de las casas, de Lamu, de donde quiera que estés, siempre habrá alguien cantando o haciendo música con cualquier instrumento improvisado. El silencio es un bien preciado pero lo supera lo que te remueven cada vez que cantan. Irme con Afrikable es la mejor experiencia de mi vida, allí salió mi mejor versión, tres meses en que cada segundo es una vida, en la que disfrutar y dejarse llevar te hará sentirte realmente pleno y feliz. Escribí esto el año pasado en diciembre volando a España de vuelta, y es emocionante seguir sintiendo lo mismo pero aún más intenso, más fuerte, más profundo, más bonito."
Hola, mi nombre es Maka y tengo 14 años. Antes de conocer Afrikable yo ayudaba a mi mamá cuidando de mis hermanos menores, limpiando y lavando la ropa y a veces cocinando. No podía ir a la escuela y no sabía ni leer ni escribir. Desde que mi mamá enfermó a causa de su último embarazo y después de que nuestro papá nos abandonara, tuve que trabajar cortando leña y llevándola al pueblo para venderla y así poder traer dinero a casa. Desde que mi mamá trabaja en Afrikable yo puedo ir a la escuela. Lo que más me gusta es aprender y poder ir a primaria con los niños mayores. De mayor quiero ser piloto de aviones.
Khadija Hassan trabaja en Afrikable desde los inicios. Tras varias promociones, en la actualidad es la responsable de la tienda de comercio justo en Lamu. Después de que su marido la abandonara a ella y a su hija, fue a vivir con sus padres. Como pudo estudiar secundaria, trabajaba a veces como secretaria escribiendo cartas y facturas, jornadas de 11 horas por a penas un euro y medio al día. “Son muchas las mejoras en mi vida desde que trabajo en Afrikable. Ahora puedo enviar dinero a mi familia regularmente y mi hija está estudiando 3º de primaria. Estoy aprendiendo mucho, tanto a nivel de gestión de la organización, como liderando las reuniones. También estoy aprendiendo informática, algo que me gusta mucho! En los comienzos de mi trabajo en Afrikable dormía en el suelo de la casa de mi tía. Ahora he podido construirme una casa tradicional de makuti donde tengo mi propia cama con colchón y mosquitera. Pero mi sueño sería comprar mi propio terreno y poder construir una casa de piedra. Aún me queda mucho camino, pero me he abierto una cuenta bancaria donde he empezado a ahorrar un poco cada mes.”
"Hace un par de días preguntaba mi madre si echaba en falta algo y después de decirle que sí, un chuletón! Me quedé reflexionando un rato.. y exceptuando hablar con mi familia, un par de amigos y saber que están bien, realmente no echo nada en falta y es que en Afrikable me siento como en casa, "feel free like a shark on the sea", como dicen por aquí. Cuando hablo de Afrikable hablo de la gran familia de la que tengo el placer de sentirme partícipe en Lamu. Donde las grandes protagonistas son las mujeres, admirables todas ellas, qué vidas!! aunque les ha salido un gran competidor "el papa john"! La relación con ellas es muy especial y difícil de explicar, su punto fuerte no es el inglés y, ni muchísimo menos el mío es el shuajili pero por arte de magia te entiendes con ellas, os entendéis! Y sino, hakuna matata amigo, siempre hay detrás una sonrisa de complicidad que te llena el alma, a veces, en vez de sonrisas hay carcajadas, tan fuertes que les falta el aire y tan contagiosas que tú mismo te empiezas a reír sin saber por qué, me encanta!. Otra cosa que me apasiona son los enanos, mi debilidad, os puedo asegurar que en la vida me había sentido tan querido, no sé explicar con palabras la sensación que te invade el cuerpo cuando te asaltan 2 ó 3 renacuajos de camino a la samba y no te sueltan hasta que entran a clase, o cuando se te suben a la chepa y no te puedes escapar, o mejor aún, cuando ves sus caras de felicidad y escuchas sus risas que retumban en tu cabeza a todas horas. Tengo que hablar de Houseini, uno de los más peques, todas las mañanas con los ojos medio cerrados estira los bracitos para que lo cojas y entonces sólo puedes esperar a que vuelva a ser mañana. Los compañeros de viaje son geniales, igual que las chicas, las cuales creo que se merecen una mención especial, su forma de ser, de entender a las mujeres y el proyecto y sobre todo de transmitírnoslo es increíble, lo mismo hacen con cada rinconcito del pueblo y de sus gentes, gente que te acoje con los brazos abiertos y no para de darte la bienvenida, aunque te vean todos los dias, es igual, no se cansan! Por no hablar de los más pequeños y sus mil millones de jambos.. jambo jambo jambo jambo!! y ese choque de manos tan especial, con beso si tienes suerte. Todo esto tan sólo es una parte pequeñísima de todo lo que ves, sientes y vives aquí, es un auténtico regalo despertarte cada día y poder aprender, aprender a vivir, a ser persona.. en definitiva, a crecer. Para despedirme sólo puedo decir que estoy muy muy feliz y lo único que me angustia es saber que dentro de poco voy a tener que decir adiós a todo esto, nos vemos pronto".
“Cuantas sonrisas… Que grandes momentos... y que feliz se puede ser, simplemente con tener unas necesidades básicas cubiertas. Me llevo un recuerdo inolvidable, unas vacaciones que me han inspirado mucha ternura y me vuelvo con una sensación muy gratificante. Ha sido una experiencia totalmente enriquecedora que permite sin duda establecer un vínculo con el lugar y sus personas y costumbres. Un viaje imposible de olvidar por el lugar, pero sobre todo por lo vivido. Estoy muy satisfecho y encantado de haber tenido la oportunidad de conocer de cerca y participar en el proyecto de Afrikable. Me llevo un genial recuerdo y la sensación de haber aprendido mucho, especialmente con los niños de la escuelita de la shamba y toda la ternura que regalan. Muchísimas gracias!!”
Cuando Betty era pequeña sus padres se divorciaron. Sus hermanos mayores se fueron con el padre y ella se quedó con su madre. Su madre siempre estaba enferma y frecuentemente tenía que dejar la escuela para asistirla. Con 9 años decidió dejar la escuela y buscar trabajo como asistenta doméstica para poder llevar dinero a casa. Con 15 años conoció al que poco después fue su marido, pero su relación no funcionó... el dinero no llegaba a casa, la maltrataba, y al quedarse embarazada decidió irse de casa para poder darle a su hijo un futuro mejor. Con 16 años su amiga le enseñó a hacer las decoraciones multicolores de las sandalias. Recorría a diario los talleres por si había trabajo y podía hacer algún par. Si no, buscaba a quien pudiese lavar la ropa. Si no encontraba nada, ese día no comían. Betty es muy buena trabajadora, saca adelante mucho trabajo por lo que gana un buen salario en Afrikable. Desde que está en el proyecto su vida ha cambiado radicalmente: puede enviar dinero a su madre, ha solicitado su DNI y en cuanto lo tenga quiere abrir una cuenta de ahorro para ella y otra para su hijo. No querría que su hijo sufriera lo que ella ha sufrido en la vida. Betty tiene solo 18 años.
"Llegué con todos los excesos, prisas, prejuicios y estereotipos marcados por mi sociedad, esa que tanto me ha dado pero que ahora considero carente en muchos otros aspectos. Sin embargo, salí de África con una mochila a mis espaldas cargada con lo más básico, intangible en gran parte. En Lamu nunca sabes la experiencia que te espera a la vuelta de la esquina. Experiencias abrumadoras relatadas en primera persona por los propios protagonistas de cada historia que te fuerzan a relativizar los problemas occidentales. La entereza con la que las cuentan es como una bofetada que te dice “¡despierta! hay una realidad paralela a la que tú vives”. Gracias a todos los miembros de Afrikable que han hecho posible que yo me haya sentido más viva que nunca y haya tenido la posibilidad de ofrecer lo mejor de mí a unos niños y mujeres maravillosos."
Me llamo Rahima y tengo 9 años. Antes de que mi mamá trabajara en Afrikable yo tenía que hacer las tareas de la casa antes de ir a la escuela. No desayunaba y tenía hambre en clase. Ahora sólo tengo que ir a la escuela y tengo tiempo para jugar con mis amigos.¡Me gusta mucho la comida de Afrikable!. Cuando sea mayor me gustaría trabajar en una tienda.
"SOLO UN MES Hace casi 4 meses, 4 meses desde que volví del mes más maravilloso de mi vida. Un mes en el que conocí y conviví con culturas que jamás creía que iría a conocer tan desde dentro. Un mes en el que por una vez, día tras día, me levantaba feliz, ¡y anda que no me cuesta madrugar! Un mes en el que sabía que a primera hora de la mañana lo que iba a recibir eran abrazos, abrazos de verdad. Un mes en el que conocí a un grupo de vacacioneras que iban con la misma ilusión que yo, conocí y a día de hoy sabemos que esto va para largo. Un mes viendo a mujeres con una sonrisa en la cara con todo lo que llevan a cuestas, ¡¡que no es poco!! Un mes que consiguió que se me pasara la absurda idea de que iba a sentir pena por ellos y la empezara a sentir por nosotros, por los que tenemos todo lo que queremos pero sin duda, estamos más vacíos. Un mes disfrutando de la gente de Lamu, de su manera de sentir la música, de sus playas, de los trayectos en barco, de sus "pole pole" y *HAKUNA MATATA*, de la ilusión que existe en *Afrikable* y sobre todo, del cariño. Viendo la maravilla que han creado Lola y Merche, las fundadoras de Afrikable, y entrando en esa gran familia gracias a Anita y Cris, mis coordinadoras. Y muchos pensarán que sólo fue un mes, que eso no es nada, que ¡qué exagerada! Y eso pensaba yo, pero no, fue un mes intenso, con todas las emociones del mundo juntas. Viviendo cosas que jamás habíamos vivido. Un mes que ha sido suficiente para querer volver, bueno, para saber que voy a volver. Y sí, SOLO UN MES”
"Mi experiencia en Lamu y en Afrikable será una de las que recordaré siempre. Me ha recordado qué es lo importante y qué no. Me ha enseñado que se pueden cambiar las cosas, aunque sea despacito. Que merece la pena intentarlo y no mirar hacia otro lado. No voy a decir que esta experiencia va a suponer un antes y un después en mi vida, pero sí que vuelvo a casa siendo una persona distinta."
“Las tres semanas de vacaciones solidarias que estuve con Afrikable en la isla de Lamu fueron impresionantes. La llegada en barco a la isla con el muelle repleto de gente expectante, los partidos de fútbol con los niños de la escuela de Afrikable durante los recreos, las callejuelas estrechas del casco antiguo de Lamu, las mujeres de la shamba elaborando cestitas a partir de bolsas de plástico sentadas a la sombra de un toldo rodeadas de arena y algunas palmeras, los paseos en el silencio de la noche a lo largo del Sea Front, la alegría de los niños bañándose en la playa, los zumos de coco y los calamares de Osman, los pescadores en sus barcas, las figuras de plastilina y los aviones de papel que hacían los niños de la escuela, las carreras hasta las dunas de la desierta playa de Shela, el atardecer y el amanecer en la isla de Mandatoto, las conversaciones con "Papa" antes de dormir, … Todas estas vivencias se me quedaron grabadas y me hicieron volver a Lamu un año después, y como no hay dos sin tres, ¡sé que volveré otra vez!”
"Desde que llegué a Madrid todo lo que digo es un cliché: me ha cambiado la vida, la gente de allí es maravillosa, he aprendido mucho... Pero lo cierto es que no encuentro otra manera de expresarlo. En mi cabeza sólo tengo retazos de momentos que jamás olvidaré: Seremon riendo, Abdul Cade dormido, Larasha pintando, Zeinab cantando, el olor de las patatas guisadas de Fatuma, las carcajadas de Hawa y Halima, las pestañas de Abu Bakar, la mirada de Mohammed, los chapuzones con los niños en Coconut Beach, los bailes en el poblado Orma, los chistes de Flora, Husseini abrazándome, Ali y Suleiman haciendo de las suyas, la belleza de Marian y Nashra, la bondad de Mumina y Zahara... Me han enseñado tanto que aún no lo he procesado. Lo que sí tengo claro es que he sido totalmente feliz. Tanto que aún me dura. Y volveré, eso seguro. Se lo prometí a Rahima"
Fatuma Boru hace poco que comenzó su trabajo en Afrikable pero ya ve mejoras en su vida. Pertenece al grupo de reciclaje, Lamu Recycling Solutions. Le gusta aprender a leer y a escribir y aprender cosas nuevas en su trabajo. Pero lo que más le gusta es tener independencia económica. “Antes tenía que esperar a que mi marido trajera dinero a casa. Él no tiene trabajo estable y a penas traía para comer. Cuando pasaba por las tiendas veía cosas que quería comprarme para mí o mis hijos, pero no podía porque mi marido no me daba el dinero. Ahora tengo mi propio sueldo, y si veo algo que me gusta o que necesito lo compro directamente.”
"Hoy hace un año que puse por primera vez un pie en Lamu... vaya recuerdos, y esta segunda vez en junio ha sido igual de increíble. Cuando me preguntan por qué repetí sólo puedo decir porque creo en ellas, y si me preguntan ¿volverás? mi respuesta sigue siendo volveré, porque las quiero. Ver este año cómo todo progresa, cómo sus casas mejoran, y cómo orgullosas te invitan a ver lo grande que es su cocina, porque saben que todo eso lo han conseguido ellas, ver a los niños crecer corriendo y estudiando, ver todo esto, ha sido vivir en una nube. He vivido momentos que se quedarán grabados en mi piel siempre, reírme mientras me peinan, aprender a cocinar con ellas, tener ampollas en las manos por cortar cuero a su lado... Emocionarme al ver que Afrikable crece, que el taller mejora, que la Maternity es cada vez más realidad que un sueño... cada uno de estos sentimientos, hacen que sin dudar a todos los que me pregunten acerca del proyecto, les conteste sin tartamudear...¡ve y siéntelo! Déjate llenar de sus voces, de su música, de todas sus dudas, de sus sueños, disfruta viéndolas en charlas de política, de derechos, de salud... disfruta a su lado bailando al son de los tambores y cantos que jamás entenderé pero que ojalá no deje de oírlos... Afrikable para mí significa lucha, sueños, futuro, alegría, significa que el mundo puede ser un lugar mejor para todos si nos atrevemos a conocer a los que tan lejos nos quedan, si nos atrevemos a admirarlas, si nos atrevemos a apoyarlas y a que su lucha sea la nuestra... Asante sana a mis cordis de este año Erika e Irene, ¡por cuidarnos y por cuidarlas! ¡Os quiero! Y Lola y Merche... espero seguir admirando vuestra labor incansable y seguir aprendiendo a amar sin intentar cambiar lo que amas."
"Me he sentido estupendamente, he aprendido y recordado que se puede ser feliz con poco y la importancia del pole-pole (sin prisa). Durante un mes me he olvidado de todo, he dormido un bien, y confío haber aportado un pequeño granito de arena para que este mundo vaya mejor. Ojalá vuelva otra vez. Muchas gracias y mucha suerte."
Mama Madina no recuerda cuantos años tiene, más de 60 dice. Ha tenido 10 hijos pero dos han muerto ya. Nos comenta que nadie contrataría a alguien de su edad, y mucho menos a una mujer que además no sabe ni leer ni escribir. Está muy contenta con el nuevo proyecto de sandalias porque ve que su trabajo es importante. Ella se encarga de aplicar el pegamento a las piezas, del teñido y de aplicar la cera para pulir y sacar brillo a las sandalias. Con el salario que gana puede llevar comida a casa y comprar las medicinas de su marido enfermo. También le permite pagar la escuela de sus hijos e incluso poder enviar a uno de ellos a secundaria.
"Para mí ha sido una de las mejores experiencias de mi vida. Recibes mucho más de lo que das. Esto que lo había oído antes, he podido comprobarlo en mi tiempo en Lamu. La isla es un trocito de paraíso, pero no solo porque cuente con playas maravillosas y una cultura interesantísima, que las tiene; sino por el lado humano de sus gentes que te llega al alma. Creo que es un buen sitio, del que vienes fortalecida en todos los sentidos por la cantidad de cariño, alegría y amor que recibes de las mujeres y de los niños del proyecto, pero también de todas las personas de Lamu. He aprendido que nuestra sociedad ha perdido mucho en espontaneidad, en adaptación a los cambios, en relativizar los problemas… que, en definitiva, nos hemos acomodado demasiado. Quizás debemos mirar a África para recuperar algunos valores. Y, por supuesto, ¡qué me dure un poquito la filosofía “hakuna matata”!"
"A menudo recuerdo el tiempo que pasamos mi amigo Juancar y yo en Lamu. Fue una experiencia increíblemente enriquecedora que recomiendo sin dudar a todo el que me conoce. Es imposible olvidar a las mujeres del proyecto, sus hijos, sus historias… tengo tantos recuerdos! Khadija y Lizian aprendiendo a hacer cálculos con Excel, Amina quedándose sin comer para practicar con la máquina de coser, Mahmoud devorando su biberón… Recuerdo con especial cariño una tarde en la que Mwanaisha nos invitó a un té en su casa. Nos contó como su vida y el futuro de sus hijos había cambiado desde que entró en Afrikable. Cuando salimos de allí creo que todos teníamos lágrimas en los ojos. Lola, Merche y todo el equipo de Afrikable están haciendo una gran labor! Estoy segura de que seguirá en ascendente! "
"Mi nombre es Julio. Hace tres años di el paso de ser vacacionero solidario en Afrikable y cumplir uno de mis sueños, que era conocer África. Todo empezó cuando mi madre compró un pulsera masai en un mercadillo solidario de los que hace la ong. Investigando en internet, conocí el proyecto y sin pensarlo dos veces llame para reservar. Al principio hay muchos nervios y dudas, pero una vez que te encuentras en la isla de Lamu (Kenya) todo resulta ser más fácil. Las mujeres, los niños y el pueblo entero te acogen con los brazos abiertos. En los diferentes meses que he estado ayudando, he tenido la posibilidad de participar en las diferentes áreas del proyecto. Cuando trabajas con las mujeres aprendes mucho de ellas. Te das cuenta la fortaleza y las ganas que tienen de sacar a su familia adelante. En muchos casos no se comparte el mismo idioma, pero la conexión que se tiene con ellas , hace posible trabajar conjuntamente. El estar con los niños es muy gratificante, siempre te reciben con sonrisas y abrazos. Incluso en tus peores días sacan lo mejor de ti. Viéndolos diariamente te das cuanta de que para ser feliz no se necesitan grandes lujos. Algo que me encanta de Lamu, es que tiene influencia de muchas culturas y conviven diferentes etnias. Esto hace que la isla tenga una gran riqueza y te da la posibilidad de introducirte y aprender de cada una de sus religiones. Cada vez regreso de Lamu me siento una persona diferente, por todos lo valores que aprendo. Considero que tengo una familia allí y todos los días me pregunto como estarán las mujeres , la gente del pueblo y como van evolucionaran los niños. Esta experiencia ha cambiado mi vida por completo, he conocido gente maravillosa, tanto personas locales como vacioneros y turistas. También me llevo grandes amigos que nunca olvidare. Animo a cualquier persona a que se una al proyecto de vacaciones solidarias, nunca lo olvidara. Abrazos. Julio"
"A mis 62 años de edad ha sido una experiencia maravillosa, algo que tenía que haber hecho mucho antes. Fue un mes sin ninguna preocupación, de una tranquilidad y felicidad absoluta. El trabajo fue muy gratificante y el trato con las mujeres y los niños increíbles. En un mes he aprendido y entendido muchas cosas. Nunca había tenido unas vacaciones tan intensas y tan bien aprovechadas. Es más, nunca había dormido mejor. Dormías bien, te levantabas, desayunabas y acudías a la xamba. Allí todo eran sonrisas y nadie se quejaba de nada. No mirabas el reloj y sin darte cuenta ya era la hora de comer. Por la tarde regresabas y aún te quedaba un paseo muy agradable por el pueblo, el seafront etc, Hapa Hapa, el floting. Y a dormir a pierna suelta hasta el día siguiente. Todo ello sin olvidar las playas, los paseos en barca etc. Muchas gracias a Afrikable. Fue una pena que haya terminado ya."
"Vine a Afrikable con la idea de desconectar de mi ritmo de trabajo diario y conocer de primera mano un proyecto que trabajase para mejorar la situación de la mujer en África. Después de dos semanas, me voy completamente renovada, ya que Lamu es un lugar especial donde uno se siente acogido e integrado desde el primer momento. También me marcho con una actitud muy positiva, al comprobar cómo proyectos iniciados de forma humilde pero con muchas ganas y entusiasmo, son capaces de poco a poco cambiar la situación de muchas mujeres y niños en este pequeño rincón del mundo. Fantástica experiencia. ¡¡Asante sana!!"
Rukija Bakari lleva colaborando en el proyecto de Afrikable ya casi 2 años. Trabaja como costurera en el grupo textil, Jimudu. Antes se ganaba la vida yendo por las casas ofreciéndose para limpiar y cocinar. A veces conseguía trabajo, a veces no. Tiene 6 hijos y cuando su marido la abandonó tuvo que afrontar sola la educación y alimentación de todos sus hijos. Conseguía a duras penas enviar a su hijo mayor a secundaria, pero los dos menores en edad escolar estaban sin escolarizar. Ahora los dos están listos para ir a primaria el año que viene, y los tres mayores están ya en secundaria. “Me gusta mucho mi trabajo, saber que todos los meses tendré mi salario me ayuda a planificar mis gastos. Ahora en las tiendas confían en mí, puedo pedir prestado porque saben que a final de mes les pagaré. En el futuro me gustaría montar algún tipo de negocio con el que complementar mi sueldo. Con una familia tan grande es difícil poder ahorrar, aún no lo he conseguido.”
"Afrikable va a ser la experiencia que marcará mi 2017. Ha sido una dosis de realidad que se ha convertido en lecciones de vida y energía positiva. La gente con la que he compartido este mes, las coordinadoras, las mujeres, los niños y la gente local han sido uno de los mejores descubrimientos, que hacen junto a Lamu una experiencia 10. ¡Gracias por existir, Afrikable! Gracias Lola y Merche por haber creado algo tan bonito. Gracias Erika e Irene por acompañarnos siempre y ser nuestros ángeles de la guarda particulares. ¡¡¡No me quiero ir!!!"
""No me quiero ir" esta es la frase que más he escuchado durante todo este año y que resume perfectamente lo que sientes cuando has vivido como vacacionero la experiencia de Afrikable. Esta experiencia te cambia y te hace sentir que quieres más. ¿Cómo no vas querer más de esta familia de mujeres valientes, más besos de los de abuela....de esos sonoros que te hacen reir como una niña, más sonrisas de las que arrugan los ojos, más abrazos que traspasan la piel, más miradas complices y profundas que te dicen "estamos juntas y podemos"..?. Quién me iba a decir a mi en septiembre de 2014 mientras preparaba mi mochila para conocer Afrikable como vacacionera lo que iba a cambiar mi vida, todo el amor que me esperaba, toda esta felicidad que hoy siento dentro de mi y toda la gente maravillosa que conocería. Hoy, 20 de enero de 2016 me toca decir a mi "No me quiero ir" y me toca despedirme de mi familia en Lamu, de mis amigas y compañeras Orma, Giriama, Maasai, Swahili, Pokomo...todas diferentes pero todas unidas, valientes, luchadoras, femeninas, madres, trabajadoras, mujeres que sin duda están marcando la diferencia en sus casas y creando un futuro nuevo para sus hijos y ellas mismas. No sé como agradecer todo lo que he recibido este año, no tengo palabras, solo puedo decir GRACIAS Merche y Lola por la oportunidad y la confianza que habéis tenido en nosotras, por ser nuestras amigas y compañeras además de las "jefas". GRACIAS al equipo de Afrikable por toda la dedicación y esfuerzo desde España para que todo esto funcione. GRACIAS a los vacacioneros que invierten sus vacaciones en colaborar con nosotros y que se van diciendo "no me quiero ir" porque esta frase significa que han conocido de verdad Afrikable. GRACIAS a las mujeres y niños de Afrikable por hacerme tan feliz y por todo lo que me habéis dado. GRACIAS a Esther mi coordinadora del año pasado que supo transmitirme su amor por este proyecto. GRACIAS a Cristina y Ana por ser unas valientes y tomar una de las decisiones más importantes de vuestras vidas y de la que nunca os arrepentiréis, lo vais a hacer genial!!! Y un GRACIAS muy especial a Marta que ahora es mi hermana pequeña (mi padre no lo sabe pero ahora tiene 6 hijas), Marta gracias por existir y regalarme todo el cariño que llevas dentro. "No me quiero ir" y no me iré porque estamos juntas en esto. Mil gracias equipo y mucha suerte chicas en vuestra nueva aventura en Lamu. Cuidar de nuestra familia es vuestra misión :)"
Jumaa: Me llamo Jumaa pero mis amigos me llaman Bocha, tengo 6 años. Lo que más me gusta de estar en Afrikable es beber leche todos los días. También podemos jugar con juguetes, y eso me gusta mucho!
"Llegue sin ningún tipo de expectativa y siendo la primera vez que pisaba África. La gente de Lamu me ha parecido encantadora y la labor que hace Afrikable en la isla tiene un gran valor para las mujeres integrantes del proyecto, hasta el punto de que en algunos casos llega a cambiar sus vidas y las de sus hijos: ofreciéndolas seguridad y recursos económicos para abandonar a maridos que no las trata bien, o evitando que casen a sus hijas adolescentes por no tener recursos para mantenerlas. Personalmente ha sido una experiencia muy gratificante y me he llevado conmigo del recuerdo de las sonrisas y alegría que transmitían los niños y los habitantes de Lamu en general."
Mariamu Thomas trabaja en Afrikable desde hace más de dos años. Su vida antes, comenta, no era tan mala. Hacía brazaletes y los vendía en el mercado. A veces ganaba mucho y a veces poco, pero podía sacar unos 40€ al mes. Su marido tiene otra casa en Amboseli, y cada año se turna a sus esposas para vivir con ellas en Lamu. En Amboseli la vida es muy dura, pero desde que trabaja en Afrikable y puede llevar dinero a casa, su marido le permite quedarse en Lamu todo el tiempo. Ve grandes cambios en su vida, ahora gana una media de 140€ al mes, tiene un salario fijo que cobra también cuando está enferma, a diferencia de cuando trabaja por su cuenta. “Lo que más me gusta son mis clases, donde aprendo a leer y a escribir. Antes no sabía y pensé que nunca aprendería. Ahora tengo 40 años y ya puedo llamar por teléfono sin tener que pedir ayuda”
"Llevo dos días en casa, y todavía no he podido asimilar todo lo que ha significado este mes para mí. Hace ya bastantes meses que, buscando la mejor ONG con la que colaborar en este 2018 encontré dos palabras mágicas que harían que mi decisión no pudiera ser más sencilla: empoderamiento y mujeres. Y así, 5 minutos después, ya estaba como loca buscando toda la información en la página web de Afrikable. Habrá gente que cuando vuelva diga que ha ido a ayudar, pero eso es que no han entendido nada. No ha podido ser más desigual mi relación con todas las personas a las que he conocido: yo he intentado darles un poco de mí, pero todas ellas no tienen ni idea de todo lo que me han dado, de todo lo que me han ayudado y de lo mucho que les estoy agradecida. No puedo sentirme más afortunada de haber podido ocupar un pequeñísimo espacio en su mundo, de que me lo hayan enseñado y de haber aprendido tantísimo de ellas. ¡Qué equivocada está la gente que las mira desde arriba! A partir de ahora, cuando piense en la palabra sororidad, me va a ser imposible no acordarme de todas esas mujeres increíbles, valientes y llenas de vida, esas mujeres que tienen una increíble maleta a cuestas, pero que siempre tienen una sonrisa para darte. Esas mujeres, niñas y niños, que me han hecho sentir como en casa, y a las que nunca voy a poder olvidar. He tenido que irme a miles de kilómetros de mi casa para descubrir el significado de muchas cosas: he visto un lugar donde no importan las clases, las religiones, el dinero ni el poder; he visto a cristianas y musulmanes riéndose juntas y apoyándose; he visto a todas trabajando a una, por ellas y por sus familias, y las admiro profundamente; he visto a personas que a lo mejor tiene poco, pero lo que tienen siempre lo van a compartir contigo; y, en definitiva, he visto una humanidad que es muy difícil de encontrar a mi alrededor. Hay muchas cosas que nos diferencian, por supuesto, y nuestras circunstancias no son las mismas, pero en el fondo, si te molestas en ir un poco más allá, descubres que, superando prejuicios y haciendo cura de ignorancia, no somos tan diferentes. Somos personas, en este caso, mujeres, con sueños y esperanzas, con ganas de conocer y de que nos conozcan y compartimos muchas cosas que son universales. El amor, la amistad, la solidaridad o la alegría existen en todas las culturas y en todas las religiones, no son, por mucho que nos lo quieran vender, únicas del mundo occidental, sino que viajan por todo el mundo en muchas formas y en muchos tonos de piel. Tampoco podré olvidar nunca a las 7 personitas con las que tuve la suerte de coincidir en una pequeña isla de Kenia. 7 personas muy diferentes entre sí, pero que han acabado convirtiéndose en mi familia lamunia. 7 personas con las que he compartido mosquitos, largas conversaciones, algún que otro mango y muchos muchos medios plátanos. Compañeras de canoa, de percusión, de baile, de break y de muchos zumos en el Hapa Hapa. Os quiero mucho, y nada habría sido lo mismo sin vosotras. Y, por si no hubiera conocido a suficiente gente maravillosa, otras dos lamunias me han robado un pedacito de corazón. Gracias Marta y Anita por apoyarme cuando lo necesitaba. Nos veremos pronto, estoy segura. Asante sana Afrikable por este mes que nunca, nunca podré olvidar. Por todo lo que he aprendido, y por abrirme la puerta para descubrir todo lo que me queda por aprender. Os desearía lo mejor, pero no hace falta, sé que lo vais a tener, porque os lo merecéis. Mimi nakupenda sana. Nos volveremos a ver.
"Cuando llegué a Lamu y sobre todo cuando mis pies tocaron la arena de la Shamba, y escuché ¡¡¡ Jambo, Jambo !!! y ví la dimensión de la generosidad del ser humano, comprendí lo que realmente importa en la vida. Me sentí la persona más insignificante del planeta. Comprendí, que debía derrumbar mi muro de miedos y excusas, que no nos dejan ver la realidad del mundo. Un mundo donde existen personas maravillosas, el afecto, la bondad, la solidaridad, el sacrificio, la compresión, la supervivencia por la vida y sobre todo el respeto y amor hacía los demás. Para mí ese mundo se llama Lamu, un lugar donde me han enseñado el valor de la vida, donde la sonrisa es su bandera. Lo único que puedo decir es ¡¡¡¡¡ Asante, Asante, Asante Sana!!!!! We we ni katika moyo wangu ( Estáis en mi corazón ). Daros las gracias por esta oportunidad de vivir una experiencia, donde he encontrado gente maravillosa, donde cada mujer del proyecto ( Fatuma, Maryam, Swafia, Grace, Joyce..... te enamoran con sus sonrisas cada día y sus ganas de aprender y salir adelante. Una lección de vida. Y que decir de los peques, Salim, Omar, Ali, Said, Sahara, Lolita..... Increíble e inolvidable. Asante Sana!!!!."
Tuve la oportunidad de participar en el área de desarrollo infantil, dando soporte a la profesora de una de las escuelitas. Fue maravilloso conocer a esos niños a los que nunca les falta su sonrisa, a pesar de sus duras condiciones de vida. Fue muy gratificante ver su enorme evolución con tan sólo dedicarles un poco de atención, cariño y refuerzo positivo….. y por supuesto que lo que yo aprendí y me dieron aquellos niños fue con creces mucho más que lo que yo les pude enseñar !!..Una de las mejores experiencias de mi vida!!! Yo me traje el gran amor que todos ellos me ofrecieron y la ilusión de continuar colaborando con Afrikable desde España, para impulsar este maravilloso proyecto para poder dar acogida a muchas más mujeres y niños. Todavía hay mucho que hacer, tanto si ya habéis participado en otras experiencias de voluntariado como si es la primera vez, os animo a todos a probar “Afrikable”….seguro que no os dejará indiferentes!!!
“Afrikable es el grupo de personas que lo forman... y desde ese punto de vista Afrikable es buena, natural, alegre, sencilla, acogedora... pues Lola, Merche, Raquel, Cris, Mr. Big, Khadija, Grace, Joyce, Dorkas, y los chavales (me acuerdo especialmente de Rahima, una monada de niña), son buenos, naturales, alegres, sencillos, acogedores... Afrikable ofrece mucho al que quiere aprender, porque al no ser una organización grande puedes conocer todo lo que ocurre, los problemas que se van encontrando, cómo se van tomando las decisiones, las restricciones a las que se enfrentan... haber podido estar cerca de la gestión realizada por Merche y Lola me ha servido para aprender muchas cosas, y estoy muy agradecido a las dos por compartir su día a día con todos nosotros. Suelen decir que en el mundo de la cooperación el que ayuda siempre recibe y se lleva mucho más de lo que da, y en mi caso ese desequilibrio ha sido casi insultante. Me llevo mucho mucho de todos ellos, así que... mil gracias a tod@s!!!”
"¡Mi estancia en Lamu ha sido hasta ahora la experiencia más maravillosa que he vivido nunca! Y no lo ha sido porque he estado en un lugar paradisíaco, con unas playas espectaculares, rodeada de belleza mirara por donde mirara, sino porque he tenido la gran suerte de compartir risas, carcajadas, miradas cómplices, abrazos, besos, lágrimas a punto de escaparse de los ojos y lágrimas saliendo a borbotones sin poder controlar junto a un grupo de mujeres a cuál más admirable y junto a un grupo de niños que me han dado mucho cariño y ternura sin apenas conocerme. Me llevo en el corazón a cada uno de ellos para siempre y siento que un trocito de mí se ha quedado en Lamu junto a ellos! No puedo evitar hacer una mención especial a mi pequeño Abubakar, cuando cada mañana corría para que lo cogiera, cuando cantabamos juntos Malaika (aunque fuera sólo el estribillo que era lo único que nos sabíamos :) ), cuando lloraba y lo cogía para consolarlo y luego intentaba sacarle una sonrisa... todos y cada uno de esos momentos se han grabado en mí a fuego! Ojalá algún día pueda volver para ver cómo han crecido los renacuajos y ver cómo algunos de los más mayores han conseguido estudiar y alcanzar sus sueños! Y por último, agradecer de corazón a la familia Afrikable el haberme dado la oportunidad de vivir lo vivido durante este mes!"
"Mi estancia en Afrikable ha sido maravillosa. Me he sentido muy querida, muy feliz… sobre todo feliz. Pensé que me sentiría sola y echaría de menos a los míos más de lo que lo hice, pero poco a poco vas sintiendo tu espacio en Afrikable y te hacen sentir parte de esta gran familia. Las mujeres son excepcionales, unas luchadoras natas, unas heroínas siempre vestidas de colores y con una gran sonrisa puesta cuando entran a Afrikable, dispuestas a acogerte, a comunicarse, a enseñarte. ¡Hay tantas cosas que deberíamos de aprender de ellas…! El no tirar nunca la toalla, el querer mejorar, el avanzar poco a poco en sus vidas. Porque esto es una carrera de fondo, pero ahí están pasito a pasito, trabajando por su vida y su dignidad. Para mí ha supuesto uno de los mejores regalos de mi vida. Todavía tengo muchas cosas en las que pensar, y repasar, pero sin duda he sido muy feliz. Solo puedo dar las gracias."
Hola, mi nombre es Mohamed y tengo 9 años. Antes de venir a Afrikable yo jugaba con mis hermanos en la casa. Iba a la escuela cuando mi mamá podía pagarla. Ahora mi mamá trabaja en Afrikable cosiendo y yo puedo ir a la escuela todos los días y mis hermanos también. Lo que más me gusta es leer, y en el futuro me gustaría seguir leyendo. De mayor quiero ser como esas personas que dibujan las casas que luego se construyen.
"Me dicen que cuente mi estancia en LAMU, qué puedo decir, fui con mi hija Beatriz y ya eso es un punto importante de convivencia, pero sobre todo lo que allí viví jamás lo olvidaré, no dejo de pensar ni un solo día lo que vi y lo que sentí. Yo no daba nada y me lo daban todo. Llegábamos a la SHAMBA y solo ver la cara de agradecimiento de esas mujeres y con la sonrisa que nos recibían todos los días ya vale la pena. Y digo yo no daba nada y ellas me daban a sus hijos que es el bien más preciado que una MADRE tiene. Y esos niños que corrían a nuestros brazos para darnos un beso, una sonrisa, un apretón y sólo por jugar y estar con ellos. Y qué decir del grupo de vacacioneros que allí estuvimos, yo podía ser la madre de cualquiera de ellos pero me sentía como una más y así hemos hecho una gran amistad. Me preguntan cómo me entendía con ellos si no sé inglés y mucho menos Swahili, pero creo que el idioma del Amor y el Cariño es el más importante."
Mi nombre es Simaloi pero mi familia me llama Yeyo, que en Maasai significa mamá. Tengo 11 años y hace dos años que mi mamá trabaja en Afrikable. Antes vivía en Amboseli, allí me levantaba a las 5 de la mañana y esperaba a que mi mamá me preparara el desayuno si quedaba comida del día anterior; si no había, no podía desayunar. Luego llevaba a pastar a las cabras hasta las 4 de la tarde, y cuando volvía mi mamá me tenía preparada la comida, casi siempre ugali. Luego ayudaba a mi mamá trayendo agua. No me gustaba ir a por agua porque estaba muy lejos y no me quedaba tiempo para jugar con mis amigos. Nunca había ido a la escuela. Ahora estoy en primaria y me gusta mucho estudiar. Me gusta vivir en Lamu porque no tengo que cuidar las cabras y puedo ir a la escuela. La comida de Afrikable está muy rica y me gusta mucho, además puedo jugar con mis amigas. Por la tarde ayudo a mi madre a cocinar y voy a por agua, pero el pozo está muy cerca de casa y no me importa.
Ralia tiene 28 años y 5 hijos. Recuerda que hace tiempo su marido le dijo que tenía 60 años, no sabe cuántos tendrá en la actualidad. Era el mejor amigo de su padre y cuando éste enviudó su padre la ofreció a ella como esposa. Tenía tan solo 15 años. Su marido es un buen hombre, no les pega ni a ella ni a sus hijos, y tenía un trabajo como vigilante con el que ganaba 50 euros al mes. No les daba para mucho pero al menos podía comer algo todos los días; hasta que contrajo una infección ocular que le hizo perder la visión por completo, y ahora toda la familia depende de ella. Ralia comenzó en Afrikable en el grupo de reciclaje hace ya unos años. En Afrikable ha aprendido a leer y a escribir, y es una persona muy trabajadora y habilidosa, hace bien cualquier cosa que se proponga. En el proyecto de las sandalias ocupa una posición que sólo los hombres en Kenia tienen, se encarga de dibujar y cortar las distintas piezas de la sandalia y luego de ensamblarlas. Como primera mujer zapatera de Kenia se siente muy contenta y muy orgullosa. Nosotras también lo estamos de ella.
Fatuma Hassan trabaja en Afrikable desde sus inicios. Su vida antes era muy dura, su marido la abandonó durante su último embarazo dejándola sola y enferma al cuidado de sus otros 6 hijos menores. Se ganaba la vida vendiendo leña, con lo que solía ganar unos 50 céntimos de euro al día. Ninguno de sus hijos podía ir a la escuela. Ahora puede pagar las tasas de la escuela y alimentarlos bien. Sus dos hijas mayores, de 15 y 17 años, están casadas y son madres ya; ahora para sus hijas menores quiere una vida mejor, quiere que sigan estudiando y vayan a la universidad. “Aún recuerdo cuánto me costó aprender a coser a máquina… Creía que nunca lo conseguiría, pero aquí todos en Afrikable me apoyaron y al final conseguí aprender. Ahora puedo coser cualquier producto de la tienda y también ropa para mis hijos”
"Han pasado dos meses y medio desde que volví de Lamu, y aún no había sido capaz de escribir ni una palabra y si me pregunta alguien la razón no sé cuál es, supongo que será la misma por la que no he podido hacer un álbum, o por la que sigo sin poder explicar mucho de lo que se siente... Esto se empieza por el principio, ¿¿no?? Pues el principio es bajarte del avión con un millón de ilusiones, nervios y algunos miedos, y allí está esperando tu coordinadora, con una sonrisa de las que invaden, de las que ciegan, al verla me pregunté ¿¿de dónde la saca?? Y 1 hora más tarde al llegar a la shamba lo entiendes... Dos meses después sigo despertándome por las mañanas y recordando el sonido de sus risas, los colores de sus ropas, la alegría de su mirada y sus abrazos mañaneros llenos de energía, de la que te invade y te revitaliza. Gracias a Afrikable descubrí que los sueños son realidad, que los abrazos son de verdad, que los saludos alegran un día y que las sonrisas pueden ganar mil batallas. Gracias a mis coordinadoras Anita y Cristina por hacer que todo sea fácil, por acercarte a su familia, porque aunque de distinta raza, creencias, cultura... son su familia. Supongo que si tengo que definir mi experiencia la palabra es GRACIAS, el adjetivo es INCREÍBLE , los verbos SONREIR, ADMIRAR, APRENDER, REENCONTRAR. Y por supuesto gracias a los vacacioneros de septiembre, por las noches de risas infinitas, por las mañanas llenas de arena, por las tardes de charlas y por vuestra calidad humana. Y como siempre LOLA y MERCHE enhorabuena, os admiro a vosotras y a cada una de las mujeres de AFRIKABLE me llevo un poco de cada dentro de mí."
Hola Me llamo Lynea, antes de entrar en Afrikable estaba en casa todo el día, por si mi mamá me mandaba a hacer recados. Ahora vengo a la escuela y me gusta mucho leer el alfabeto y los números. Me gusta mucho el arroz y jugar con mis amigas!! Cuando sea mayor quiero tener una granja.
"No se me da bien escribir pero intentaré trasmitir todo lo que estas vacaciones han supuesto para mi. Empezaré diciendo que realmente han superado mis expectativas. Cuando salí de España ya sabía en qué consistía el proyecto pero después de estar allí he podido entender cuáles son las necesidades reales de aquellas mujeres y de sus familias y ahora creo absolutamente en el proyecto y puedo decir que tenéis desde ya todo mi apoyo. La relación con las mujeres y especialmente en mi caso, con sus hijos ha sido increíble. No podré olvidar las sonrisas de los niños y sus abrazos por mucho tiempo que pase. Aquella tarde en el poblado, donde las mujeres nos abrieron las puertas de sus casas, donde compartimos bailes, risas, té y pastas,... nos sentimos tan acogidos por ellos, que no pudimos reprimir las lágrimas, difícil explicar lo que sentimos en aquel momento... fue quizá uno de los más intensos de los vividos allí, maravilloso e inolvidable. A todo ello se suma el hecho de haber coincidido con unas personas maravillosas en el grupo. Los vacacioneros en sí y las dos coordinadoras Marta y Lidia, que desde el principio fueron uno más en el grupo sin olvidar en ningún momento el desempeño de sus funciones y sin las cuales nada habría sido lo mismo. Mi pequeña familia en Lamu. Porque como bien decís no podemos olvidar que vamos "de vacaciones", y en ese sentido puedo decir que estas vacaciones han sido las mejores de mi vida. Aún no se me ha borrado la sonrisa de la boca, por algo será."
"Y así de repente ya ha pasado un mes, ya estoy de nuevo en casa... deshaciendo la maleta me doy cuenta que la he traído llena hasta los topes... llena de arena, de picaduras, pero también de sonrisas, un millón de besitos, emociones nuevas, abrazos, risas y carcajadas, amigos, muchos amigos, miradas, mil historias que contar, canciones, nuevos sabores y un millón de fotos!! :) Siempre me acordaré de aquellos días en los que me enamoré de Lamu, de un proyecto y su familia... ASANTE SANA AFRIKABLE!!"
Afrikable es una organización sin animo de lucro española, inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones con número 1/1/594088 y en el Registro de Organizaciones no Gubernamentales de Desarrollo de la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo (AECID) con número 2033.
En Kenia nuestra asociación se llama Afrika Able Organization y está inscrita en el NGO Coordination Board de Kenia, con número 10976.