Compartir la alegría de Afrikable
El pasado viernes hice una visita al Colegio Público María Doña de Los Palacios, Sevilla.
El motivo de la visita era contar a los alumnos de 4º y 5º de Primaria mi experiencia en Kenia y especialmente en Afrikable.
El año pasado tuve la suerte de conocer a esta gran familia que vive en la Isla de Lamu, Kenia, ésta fue una de las mejores experiencias de mi vida y por supuesto ha cambiado mi forma de afrontar las cosas para siempre, por esto entendí que era muy importante intentar transmitir lo que he aprendido.
Comencé contándole mi experiencia en el Masai Mara, ya que a todos los niños les encantan los animales y les impresionan las posibilidades de África, el estar cerca de un León o un Elefante en libertad. Nosotros hemos perdido la costumbre de convivir con animales salvajes y conocerlos, privilegio que sí puedes vivir en este gran país.
Luego, les hablé de AFRIKABLE, del cómo y del porqué surge este maravilloso proyecto. Les enseñé fotos de las mujeres trabajando. Quedaron impresionados de los colores de las mujeres, de esos vestidos y pañuelos de miles de colores pero perfectamente conjuntados, de su elegancia y de su belleza.
Les impresionó muchísimo que los bebés estuvieran allí con ellas, aquí en España hemos perdido también esa tradición de compatibilizar trabajar con cuidar a tu bebé. Allí, sin embargo, les conté como se organizan perfectamente para ir ayudándose entre ellas y poder trabajar desde las 8 de la mañana hasta las 5 de la tarde sin desocuparse de sus hijos.
También les encantó ver la escuelita, muy diferente a las escuelas españolas en infraestructura, pero muy parecidas en el contenido.
Tuve la suerte de hacer lo mismo cuando estuve de vacacionera en Afrikable y hablarle a los niños de España, por eso pude comparar qué les interesaba a los niños de cada sitio.
Allí, todos me preguntaron por qué comían, qué fruta había, a qué jugaban, qué tiempo hacía. Sin embargo en España me preguntaron si tenían móviles, tablets u ordenadores.
Aún así, me escucharon durante más de hora y media con cara de asombro y miles de preguntas.
No sé si en ese tiempo pude transmitir mi experiencia, porque como bien decía Marta mi coordinadora, aunque por fuera no pasen demasiadas cosas, por dentro pasa todo.
Intenté transmitirles la alegría, la sonrisa con la que se lo toman todo, los buenos días de por la mañana, la ilusión de los niños con cada actividad que hacías con ellos y la felicidad con la que volví.
Espero que les haya llegado algo del mensaje y que de una u otra forma se unan a esta gran familia.
Asante Sana.
Autora: Ana Fernández Quiroga